No son Horas

21 enero 2010

Me alimento con una quimera

y la alegría que hemos olvidado
volviendo por los huesos a subir.

Yo me alimento con una quimera
...

Cuando me convenza que la suerte
me rige a la par de la pasión
y no el terrible arcángel de la muerte
rondando por el campo del terror.

Si lo consumado y lo posible
tienen siempre la cara del horror
en esta patria de lo inaccesible
en este tiempo olvidado de Dios.

Yo digo que mis ávidos amores
son fuertes y viven más que yo
son gigantes tenues como flores
que alientan a este turbio corazón.

Y una ceniza negra y una ceniza negra
y una ceniza negra que se va...




Puuff... ¡vuelven a brillar mis ojitos!
Tengo expectativas y revoloteo de mis maripositas en la panza!